Nuestra filosofía contempla tres aspectos esenciales:
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El despertar del alma humana como elemento esencial del proceso educativo. El ser humano está conformado por diferentes niveles de expresión que la naturaleza le ha otorgado: físico, energético, emocional, mental y espiritual. No debemos olvidar la vida interior que debe desarrollarse en cada ser y las enseñanzas que se impartan debe dar alimento permanente al alma humana.
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El desarrollo social. Nuestros niños y jóvenes deben aprender a proyectarse en acciones de cambio para su sociedad y el mundo.
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El sentido de la vida. No es suficiente conocerse y comprender la sociedad, es necesario entender el sentido de la existencia, los ideales y la razón de vivir.
La educación es el acto de ‘educir’ lo mejor de cada ser humano